Bueno, esto es una pequeña escena de una historia que estoy escribiendo, y tal vez es algo perturbadora :'v amo las cosas tipo... ¿asi?no se, se me es muy interesante ;u; bueno, aqui les dejo el pedasito de la historia ¡Disfutenlo!
Estoy pérdida, no recuerdo donde estoy, mi
mente esa nublada y no entiendo que sucede ¿Dónde estoy? Quiero a mama, quiero
a mama a mi lado, quiero estar junto a ella y no en este lugar oscuro, él no es
malo, siempre me trata con odio delante de todos, pero después de hacerlo se
disculpa, él es extraño, ¿Por qué es así? No lo entiendo, una vez lo vi llorar
¿él puede realmente sentirse mal? En silencio pedía perdón.
Esta noche me he perdido en el bosque tras
discutir con él, me dijeron que era peligroso pero ya es muy tarde para
devolverse, él no lo sabe pero ellos me lastimen, si lo digo él puede odiarme
por ser débil, tengo miedo, quiero a mi mama, a ella nadie podría mentirle, me
encanta estar con ella, mama si puede cuidarme.
Dejo de caminar y me siento en el suelo
abrazando mis piernas mientras solo dejo que el silencio llore por mí, pero mi
soledad no dura, escucho un ruido y levanto la vista, un hombre de ojos blancos
me mira y se relame los labios, es todo lo que necesito para salir corriendo,
mi vestido me hace tropezar, no lo soporto, sin poder evitarlo resbalo y caigo
de cara contra el piso, intento levantarme pero en ese momento me toman del
tobillo.
Intento soltarme pero es casi imposible, no
tengo fuerza y él es más grande, no quiero enojarme, si acumulo muchas
emociones me enojo, si me enojo todos sufren ¡No quiero! ¡Basta! Grito en mi mente queriendo escapar
pero no puedo, el hombre sin compasión rompe mi vestido y me observa detenida
haciendo muecas ante mis cicatrices, pero sus asquerosos ojos me producen
terror, ¿Por qué me pasa esto? Sollozo por el miedo y el inmoviliza mi cuerpo,
sigo forcejeando, intentando soltarme, huir, quiero ir a esconderme tras él,
ellos le temen, el es frio y duro con ellos y con migo, pero cuando estamos
solos es bueno, se por qué lo hace, solo tengo 5 años pero lose.
—Eres muy pequeña… pero te haré mujer—sus
ojos cambian de color pero no tienen efecto en mí, no pueden tenerlo, grito he
intento golpearlo pero me toma por los hombros, me jala hacia él y después me
golpea duro contra el suelo, mi cuerpo retumba y siento el dolor extenderse por
todos mis músculos mientras me falta el aire.
No lo soporto, no quiero más esto, quiero
irme con mama, quiero esconderme en sus capaz y sentirme segura, grito y mi
temor y dolor cambian, no siento nada y no comprendo que me sucede, el hombre
se tensa y se aleja justo cuando comenzaba a pegar sus labios de mi cuerpo,
como si me despojaran, como si me transformaran poco a poco siento como si
cuerpo se llena de algo irracional y que me deja hacer, decir y provocar lo que
quiera, y así es como siento que deje de ser lo que era, ahora veo todo
distinto y me agrada.
Me levanto sin importarme mucho el hecho de
que mi ropa no cubra mi cuerpo, siempre mama me regañaba por eso, pero en este
momento por más que quiera no puedo hacer nada, algo pesa en mi cabeza, pero no
tengo el mínimo interés de revisar, solo miro al hombre mientras ladeaba la
cabeza, mis ojos arden, mi cuerpo igual, mi cabeza duele y cada vez pesa más,
dejo caer ligeramente hacia adelante y puedo ver como un mechón de una
cabellera blanca cae por mi rostro ¿ese es mi cabello?
No soy dueña de mis acciones, solo sé que
comienzo a acercarme al hombre que ahora me observa aterrorizado, puedo oler el
miedo en cada uno de sus poros, no sé por qué eso me hace sentir bien, siento
como una sonrisa se posa en mis brazos y mis ojos se abren ligeramente, el
retrocede y cae al suelo mientras yo me acerco y me siento sobre el observándolo
curiosa por su miedo.
— ¿Qué habías dicho? —le pregunto, no reconozco mi voz ¿Quién
está actuando en ese momento dejándome de observadora? No lo sé. — ¿”Aun eres pequeña pero te haré mujer”?
—ladee la cabeza curiosa y mi sonrisa se agrando. — ¿Qué significa eso? Oye, Oye ¡Háblame! Me harás enfadar—el seguía
mudo y me observaba aterrorizado, en un movimiento rápido llevo su mano a mi
cuello y comienza a apretar mientras solo provoca que una escalofriante risa
salga de mi garganta.
—M-Muerte…—murmura en un hilo de voz, yo
solo lo observo curiosa por sus palabras, sonrió y agarro su mano, por alguna
razón comienzo a apretarla haciendo que solté un chillido de dolor, logra
soltarse de mi agarre y aleja su mano pero en ese momento muerdo mi labio inferior
y su brazo se desprende de su cuerpo.
De inmediato me suelta y se retuerce de
dolor, lo miro y doy aplausos al ver como se divierte, rio con dulzura que solo
provoca que su cuerpo tiemple ¿Tendrá frio? — ¿Tienes frio? ¿Quieres que te
caliente? —pregunto lo más amable que
puedo, el niega mientras se sienta y retrocede temeroso, sigue temblando
¡Maleducado! No quiere aceptar ayuda, inflo las mejillas y de un chasquido de
dedos el comienza a arder en llamas, solo puedo escuchar sus gritos de dolor.
— ¿Ya estás bien? —pregunte al momento que el fuego desaparecía, lo observe unos
segundos, se veía distinto, ahora tiene unas bolsas grandes y otras pequeña por
todo el cuerpo, su brazo gotea un líquido rojo ¿Qué es? No tengo idea pero es
hermoso ¡Quiero un vestido de ese color! — ¡Ya no tiemblas! ¿El frió se te fue, verdad? — pregunto mientras me acerco, el me observa con miedo e intenta
moverse, me detengo y le observo. —Hmm
¡Háblame! Es descortés dejar a una dama hablando sola. — le regañe y en ese momento, fije mi vista en sus dedos y cada uno de
esto se desprendió de su mano, el grito por el dolor.
—Ara, Ara ¿Qué has hecho pequeña? — musita una voz a mis espaldas, iba a hacer
llegar mi mano al pecho del hombre cuando me gire a ver aquel señor que solo me
puso su capa negra sobre mi cuerpo, enrollándome en ella. —Te he dicho que es peligroso venir para acá
¿Por qué estas así? —pregunta el y yo
solo señalo al hombre con el que charlaba antes.
—Este señor dijo que yo era pequeña pero ¡Me
haría mujer! ¿Qué significa eso? Dime, dime— noto en su mirada una frialdad
hacia el hombre pero luego ríe divertido, Él siempre se ríe de este tipo de
cosas, se acercó a mí y revolvió mis cabellos murmurando “Bien hecho pequeña,
bien hecho” y al final se acercó al hombre, me pidió que me girara y al hacerlo
comencé a cantar, mientras los gritos de dolor del hombre que tenía frió se
hicieron largos y eternos, cuando cesan me giro y…